Síntomas, causas y tratamientos para las hemorroides

Las hemorroides son una condición común que afecta a muchas personas y puede ser especialmente incómoda si no se aborda a tiempo.

Si estás sufriendo sus molestias, aquí encontrarás consejos prácticos para aliviar la inflamación y mejorar tu calidad de vida.

¿Qué son las hemorroides?

Las almorranas son venas inflamadas en la zona del recto o del ano. Se dividen principalmente en hemorroides internas y externas según su localización y, en algunos casos, pueden evolucionar a hemorroides trombosadas.

Según la Sociedad Española de Coloproctología (SECP), las almorranas pueden deberse a múltiples factores como el estreñimiento crónico, el embarazo o una predisposición genética.

Hemorroides internas y externas

Las hemorroides internas se encuentran dentro del canal anal y, en general, no son visibles ni producen dolor a menos que prolapsen.

Las hemorroides externas, en cambio, se localizan alrededor del orificio anal, siendo más propensas a causar molestias y sangrado.

¿Qué es una hemorroide trombosada?

Una hemorroide trombosada ocurre cuando se forma un coágulo dentro de la hemorroide externa, provocando un dolor intenso.

Es importante tratarla adecuadamente para evitar mayores complicaciones. Estudios recientes en Clinical and Experimental Pharmacology (ver estudio) han demostrado que el uso de compresas frías y tratamientos tópicos antiinflamatorios reduce el dolor y la inflamación en hemorroides trombosadas.

Hemorroides en el embarazo

Las almorranas son comunes durante el embarazo, especialmente en el tercer trimestre, debido al aumento de presión en el área pélvica causada por el crecimiento del útero, lo que puede afectar la circulación en las venas del recto.

Además, los cambios hormonales que ocurren en esta etapa, como el aumento de progesterona, pueden ralentizar el tránsito intestinal, contribuyendo al estreñimiento, que es un factor de riesgo para las hemorroides.

Los expertos recomiendan medidas preventivas como aumentar el consumo de fibra a través de frutas, verduras y cereales integrales, mantenerse bien hidratada y optar por productos naturales para aliviar la presión y reducir las molestias.

¿Cuáles son los síntomas de las hemorroides?

Los sçintomas varían dependiendo del tipo y la gravedad. Entre los más comunes se encuentran:

• Picor o irritación en la zona anal.
• Dolor y sensibilidad.
• Sangrado durante la evacuación.
• Bultos visibles cerca del ano.

Hemorroides internas

Los síntomas de las hemorroides internas pueden ser menos evidentes, como el sangrado sin dolor durante la defecación. Sin embargo, en casos de prolapso, pueden causar molestias significativas.

Hemorroides externas

Las hemorroides externas son más visibles y pueden ser palpables como pequeños bultos sensibles. En algunos casos, pueden presentar sangrado al limpiarse o durante la defecación.

Hemorroides sangrantes

Las hemorroides sangrantes pueden requerir atención médica inmediata si el sangrado es persistente o abundante, ya que esto podría indicar complicaciones como anemia o infecciones.

En estos casos, se recomienda consultar con un proctólogo, quien puede realizar una evaluación detallada para descartar otras causas y proponer un tratamiento adecuado.

Causas de las hemorroides y factores de riesgo

• Estreñimiento crónico.
• Dieta baja en fibra.
• Esfuerzo excesivo durante la defecación.
• Obesidad y sedentarismo.
• Embarazo.

La Organización Médica Colegial de España (OMC) sugiere incorporar fibra y mantenerse hidratado como medidas de prevención. Además, los estudios indican que personas sedentarias o con dietas deficientes en fibra tienen un riesgo mayor de desarrollar hemorroides.

¿Por qué aparecen las hemorroides?

Las almorranas suelen desarrollarse debido a una combinación de presión en el área rectal y fragilidad en las paredes venosas.

Factores como el esfuerzo al evacuar, el estreñimiento crónico y el sedentarismo pueden aumentar la presión en las venas del recto, causando que estas se inflamen y se dilaten.

Además, aspectos como la edad y el embarazo contribuyen a la fragilidad venosa, haciendo que las hemorroides sean más comunes en ciertas etapas de la vida o condiciones específicas.

Factores de riesgo: ¿Quiénes son más propensos?

Las personas con estreñimiento crónico o sedentarismo tienen una mayor predisposición. Además, los cambios hormonales en el embarazo y la edad avanzada incrementan el riesgo.

Tratamientos para las hemorroides

Existen múltiples opciones de tratamiento para las hemorroides, desde medidas caseras hasta tratamientos médicos:

1. Tratamientos naturales y caseros: baños de asiento y el uso de plantas como la arnica y el aloe vera pueden ayudar a reducir la inflamación.
2. Medicamentos de venta libre: cremas y supositorios que contienen ingredientes antiinflamatorios son eficaces para aliviar el dolor.
3. Procedimientos médicos: en casos graves, un especialista puede recomendar tratamientos quirúrgicos, como la ligadura con banda elástica o la escleroterapia.

Complicaciones de las hemorroides

Cuando las hemorroides no se tratan, pueden surgir complicaciones como la anemia debido al sangrado constante o infecciones. En caso de dolor intenso y sangrado persistente, es fundamental acudir a un especialista.

¿Qué complicaciones pueden surgir?

Entre las consecuencias más comunes están la anemia y las infecciones locales.

Además, las hemorroides trombosadas pueden requerir procedimientos médicos urgentes.

Cuándo es urgente consultar a un especialista

Si experimentas sangrado abundante, dolor severo o hemorroides persistentes, consulta a un especialista para una evaluación completa.

Puedes encontrar proctólogos especializados a través de la Sociedad Española de Coloproctología (SECP).

Prevención de las hemorroides

Evitar la aparición de las hemorroides es posible mediante el mantenimiento de hábitos saludables.

Por ejemplo, adoptar una dieta balanceada y mantener una rutina de actividad física diaria puede hacer una gran diferencia.

Consejos para evitar la aparición de hemorroides

• Incrementa el consumo de fibra con frutas, verduras y cereales integrales.
• Evita el sedentarismo y realiza ejercicio moderado para mejorar la circulación.
• Hidratación: Mantente hidratado para facilitar el tránsito intestinal.

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